CATARATAS DE IGUAZÚ

Pues parece que sí, estamos de acuerdo, las cataratas de Iguazú deben ser una de las siete maravillas naturales del mundo. Al menos esa es la sensación y el recuerdo que nos va a quedar de éste sitio.

Volamos des de Buenos Aires a Puerto Iguazú, y nada más bajar del avión ya se notó el calor húmedo del lugar.  Laia ha disfrutado mucho más del avión; cómo hemos volado de día lo ha vivido intensamente, se partía por el cosquilleo del despegue y el aterrizaje.

 Nos hemos alojado cuatro días en un hostal sencillo de Puerto Iguazú pero en el que hemos estado muy a gusto, con cocina, mini piscina (genial para refrescarse), terraza de lujo y una hamaca a la que los dueños ya le le ponían el reservado para Laia, las horas que ha pasado allí!!!! Geniales los consejos de Fer, un tipo peculiar pero todo un crack, que nos dijo cómo visitar los dos lados de las cataratas, el argentino y el brasileño, para evitar las aglomeraciones y para que el sol estuviera en una perfecta posición para las fotos... a parte de llevar a una fotógrafa inigualable;).



Frontera de Brasil-Argentina-Paraguay

El primer día aprovechamos la tarde para ir a visitar el hito de las tres fronteras (Argentina-Paraguay-Brasil), un sitio curioso, en la confluencia de los rios Iguazú y Paraná, dónde moviéndote un par de pasos ves cómo en el móvil vas cambiando de país y de compañía. La verdad es que esperábamos que estuviera un poco más cuidado...

Otro día nos fuimos al lado argentino del Parque Nacional de Iguazú...alucinante!!! Hicimos de todo, caminamos casi 10 kilómetros, disfrutamos de la simbiosis entre la selva y el agua, nos sorprendió un arco iris de película, descubrimos fauna que ni sabíamos que existía, nos bañamos debajo de unas cascadas increibles y acabamos el día asomándonos al borde de la Garganta del diablo, el salto más importante de Iguazú, nos quedamos sin palabras.



Esta es la primera vista de fondo que nos encontramos de las cataratas

Arco iris para recordar

Un kilómetro de pasarela por encima del rio y te encuentras la Garganta del Diablo, un agujero ensordecedor que te quedarías horas mirando

Laia merece un monumento, está aguantando el ritmo bastante bien (aunque se vaya quedando dormida en cualquier lugar motorizado y a cualquier hora). Yayas, estad tranquilas, se acuerda de todos vosotros, pero no quiere volver...ha salido a su madre de parrandera, jejeje. La teníais que haber visto en una lancha pasando por debajo de las cascadas, no queríamos subirla porque lo veíamos muy bestia, pero se lo pasó en grande.

Al lado brasileño  fuimos el último día cogiendo un autobús, pasamos la aduana y de nuevo a disfrutar del espectáculo. Es mucho más corto de visitar y tiene una visión más panorámica de las cataratas, inicialmente nos decepcionó un poco, pero según íbamos avanzando por las pasarelas y te ibas acercando nos fue cambiando la idea hasta acabar igual de impresionados de lo que la naturaleza ha hecho aquí. En frío, sí que vale la pena hacer el esfuerzo de cruzar la frontera e ir, pero quizás es mejor hacer primero el lado brasileño y después el argentino.

Vista des del lado brasileño de la primera parte de las cataratas

Te pongas donde te pongas acabas empapado

Esta foto es para que se les caiga la baba a las yayas

Parece un fotomontaje...os aseguramos que no lo es

Ese mismo día aprovechamos la tarde para visitar el parque de las Aves, una especie de zoo en medio de la selva, con muchísimo espacio y dónde pudimos comprobar que Anna no está hecha para excursiones selváticas. Estabámos cansados del día que llevábamos, pero Laia disfrutó mucho de poder ver y tocar estos animales; y yo me quedé enamorado del colorido y variedad de tucanes que había, incluso los podías coger con la mano, si te atrevías!!!!

Estaba muy convencida, pero después...

Manel ni convencido antes ni después, sólo lo hizo para que las nenas se atrevieran también

Bueno, así estamos, pasándolo muy bien, conociendo gente viajera y autóctona. Siguiente destino, la Patagonia argentina y chilena, dejamos los pantalones cortos y toca abrigarse, con lo bien que estamos en la piscinita...