BUENOS AIRES

Ya llevamos una semana por estas tierras, la verdad es que hemos estado más que a gusto con nuestra primera experiencia de Couchsurfing (ya os explicaremos las siguientes, pero nada más que sean la mitad de divertidas y acogedoras que ésta ya estaríamos contentos), pero tenemos ganas de movimiento y de comenzar a ver cataratas, glaciares, desiertos,... mañana ya vamos hacia Puerto Iguazú.

Llegamos a Buenos Aires después de un viaje de avión de más de 15 horas que fue más soportable de lo que esperábamos, Laia durmió más de 8 horas seguidas así que se le pasó relativamente rápido. Nada más llegar... golpe calor!!!! Hemos estado cinco días con una ola de calor como hacía años que no recordaban en primavera, 36ºC cada día, insoportable!!

Tan contentas después de casi 20 horas dando vueltas por aeropuertos

Los primeros días hemos estado visitando los sitios típicos de la ciudad, siempre bien aconsejados por nuestras anfitrionas, la plaza de Mayo, el Obelisco, barrio de La Boca, Puerto Madero,... Nos ha parecido una ciudad inmensa, y lo es, tiene la calle urbana más larga del mundo (Av. Rivadavia, más de 35 km) y también una de las más anchas (Av.9 de Julio, casi 200 metros); además moverse en esta ciudad es lento y un poco caótico, los colectivos (autobuses) van haciendo carreras entre ellos, se saltan paradas...y los taxis se pelean por conseguir clientes, no está mal, verdad??, a parte de no mencionar la aventura que signfica cruzar por un paso de peatones una avenida de ocho carriles.:)

Laia se lo pasó en grande en La Boca

La Casa Rosada de día no nos dijo nada, pero de noche...



De paseo por la Reserva Natural y Ecológica, las bicis...ni las de Bahamontes iban peor

El Obelisco

Estos días en Buenos Aires también nos han servido para acabar alguna cosilla que nos quedó suelta en Barcelona; hemos podido ponerle la vacuna de la fiebre tifoidea a la Laia, ya que estaba agotada en España, así nos vamos más tranquilos para cuando lleguemos al sudeste asiático. Pobreta la Laia, no le dijimos a donde íbamos, pero esa tarde lo olió, porque era una saco de nervios, se negaba a andar y excusas para todo, jejeje

Otro día nos fuimos a Tigre, una ciudad que está en el delta del rio Paraná, allí cojimos (dichoso verbo coger, en Argentina) una barca y nos llevaron a través del delta, muy chulo en plan rio amazónico, hasta un recreo dónde pasamos un día súper con la familia argentina, y dónde Anna perdió parte del glamour que tenía....si te hubiesen visto bañandote en paños menores y en ese rio lleno de peces!!!!




Comiendo un típico asado argentino con Tere, esto es vida.

Teníamos idea de pasar a Uruguay algunos días, pero el tema de la vacuna nos lo atrasó, y el día que habíamos decidido cruzar Rio de la Plata para ir a visitar Colonia de Sacramento nos cayó el diluvio universal. Un día de locos!!! cómo dirían por aquí. La verdad es que pasar el control aduanero a Uruguay lo pasamos, hay pruebas...jejeje, pero ya montados en el barco, oímos que el puerto de Colonia estaba cerrado y en alerta roja, así que Anna sacó su carácter, habló con el comandante del barco y lo convenció para que nos abriera las compuertas del barco (algo no muy habitual) y volver a Buenos Aires. Menos mal porque el día podía haber sido muy muy duro.

Pasamos la aduana y a los cinco minutos estábamos de vuelta, bien por Anna!!!

Los últimos días los hemos dedicado a ver las grandes zonas de parques de Palermo y el domingo visitamos el típico barrio de San Telmo.

Anna recordando viejos tiempos, en años que no en alma

Floralis, flor que se abre y cierra en función del sol, Parque de las Naciones Unidas

Puestecitos en el barrio de San Telmo

Laia diciendo que ya no puede caminar más, jeje, se nota, no??

Del resto, todo ok, muchos mosquitos  (a Manel le picaron 45!!!! en los pies una noche cenando en la costanera los famosos choripans), y una compañía impagable éstos primeros días de viaje. Romina, Teresa, Mati y Santi nos han recibido en su casa como hermanos, hemos reído hasta llorar, los peques han congeniado genial (Santi se quiere casar con nuestra Laia, está todo el día "Vos, me das permiso para casarme con vuestra linda Laia...",cuatro añitos tiene el fiera, que tiemblen las argentinas en unos años), y hemos compartido muchas charlas que nos han ayudado a conocer la situación tan especial y delicada que vive este país.

Santi Y Laia, falta Mathi, hemos reido tanto estos días.

Lo mejor que nos llevamos de Buenos Aires es, sin dudarlo, el haber conocido una familia tan especial, así que por favor, visitar la página web de www.couchsurfing.org , es otra manera de viajar y de conocer el país mucho más intensamente y de manera más enriquecedora que ir de hotel en hotel.